8.8.08

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Hace unos años, -no importa cuántos exactamente-, siendo aún estudiante de licenciatura en turismo, me imaginaba el poder trabajar en hoteles, restaurantes y posteriormente tener un negocio de banquetes, algo modesto pero muy completo; en ningún momento me imaginaba el echo de dar clases, es más, siempre había repudiado la mas mínima idea de terminar como profesora, batallar con los chamacos, calificar 20mil trabajos, lidiar con padres de familia, etc., en verdad era algo para mi inimaginable. Felizmente con el paso del tiempo concluí mis estudios de licenciatura en la Escuela Superior de Turismo por lo cual orgullosamente siempre digo que soy Politécnico y una burrita blanca.

Como todo recién egresado era una felicidad y satisfacción la fiesta, la ceremonia de titulación, el recibir el pergamino y la cedula profesional, que sensación más grande de orgullo, que nos provoca una sonrisa espontánea en el rostro.

Pero como todo buen recién egresado que nos encontramos en las estadísticas del 80% que no encuentra trabajo, decidí continuar estudiando o entretenerme en algo -imaginando que el trabajo tocaría a la puerta de mi casa-, así que me inscribí a clases de francés y de computación, transcurriendo de esta manera un año, el cual disfrute por que después de tantos años ya no me levantaba temprano para ir a la escuela, no había que presentar exámenes, hacer tareas, desvelarse frente a la computadora, atravesar media ciudad para asistir a clases a veces aburridas, etc.

Como hija de familia y descendiente de profesores, mi padre me comento la posibilidad de llevar mi currículum vitae a asuntos del profesorado en dirección general de bachilleres, a lo cual no siendo mi mejor opción, accedí –peor, era nada- así que para enero del 2004 presente mi examen para ingresar como docente al colegio de bachilleres, lo acredite y para ello entonces quedaba en archivo en caso de que necesitaran profesor para empresas turísticas, en fin como no era algo que yo deseara con tantas ganas seguí mientas estudiando otras cosas; pero cual fue mi sorpresa que en marzo del mismo año un familiar me comentan que en el plantel 06 donde el laboraba se necesitaba cubrir dos asignaturas con un grupo de 6to, eran 7 horas a la semana, sin pensarlo demasiado lo tome; me presente con la jefa de CECAT, cotejamos que cubría los requisitos, lleve mis documentos y bueno para mediados de marzo ya me encontraba dando clases de Tecnología del hospedaje y de Auditoria Nocturna en el turno matutino.

Considero que el viaje que emprendí en la docencia hace cuatro años a sido bastante fructífero ya que en lo personal eh aprendido muchas cosas de mi área, de lo que significa ser profesor, del trato hacia los jóvenes, la responsabilidad que tenemos al ser facilitadores y guías de información. Además de saber que fuimos, somos y seremos parte de la vida de muchas personitas, que serán el futuro de una sociedad que en lo personal considero se encuentra en decadencia y en la cual podemos comenzar a marcar la diferencia.

¿Pero al hablar de docencia a un nivel medio superior es tratar con niños crecidos o adultos pequeños?

En lo personal considero que es hablar de “adolescencia existencia del individuo, en donde se realiza la transición entre el infante o niño de edad escolar y el adulto. Esta transición de cuerpo y mente, proviene no solamente de sí mismo, sino que se conjuga con su entorno, el cual es trascendental para que los grandes cambios fisiológicos que se produce en el individuo lo hagan llegar a la edad adulta. La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social, por lo tanto sus límites no se asocian solamente a características físicas. A diferencia de la
pubertad, que comienza a una edad determinada (a los diez años en las niñas y trece o catorce en los niños aproximadamente) debido a cambios hormonales, la adolescencia puede variar mucho en edad y en duración en cada individuo pues ésta relacionada no solamente con la maduración de la psiquis del individuo sino que depende de factores psico-sociales más amplios y complejos, originados principalmente en el seno familiar[1].”

Por lo antes descrito ha sido importante para mí convivir con alumnos de bachillerato, ya que estos se encuentran en una edad en la que nos creemos dueños del mundo, que este puede girar a nuestro alrededor pero que a la vez, nos enfrentamos con la realidad de que ese mundo no es de color rosa, el descubrimiento de una actividad sexual, etc., y después de mi primer semestre como profesora es placentero y comprometedor el poder influir en nuestros alumnos fuera del contexto de un temario institucional. El hecho de que ellos nos hagan participes de sus vidas, su entorno, sus amigos, problemáticas, satisfacciones y logros, nos muestra que somos algo más que el individuo que se para enfrente de un salón de clases, dicta y explica un tema o tópico, el que nos convirtamos en ocasiones un modelo a seguir para ellos nos genera una mezcla de placer, satisfacción, orgullo, deuda y obligación de seguirnos superando, actualizando y ser mejores cada día como personas y como docentes.

En fin, creo que hablar y exponer puntos de vista sobre la docencia puede ser tan trascendental como vano y que cada quien solo podemos hablar de cómo nos ha ido, por ello puedo concluir que desafortunadamente la educación en nuestro país cada vez esta más deplorable ya que nunca hay recursos para equipo, las instalaciones no son las adecuadas, el nivel académico con el que nos llegan los chicos es muy bajo y todo esto aunado a la apatía, el conformismo de los compañeros, así como la falta de actualización en los programas educativos y temarios, yendo como los cangrejos; sin embargo mis grandes motivos de satisfacción que me hacen moverme y ser mejor cada día es como ya comente anteriormente el hecho de que somos cada uno un granito que podemos marcar la diferencia de la sociedad en la queremos vivir, que a veces somos modelos a seguir y principalmente no menos importante el poder compartir con alguien más mi experiencia y mis conocimientos sobre temas en especifico.

Termino esta narración con una frase que un día leí en algún lugar de mis tantos viajes urbanos, antes de siquiera pensar que seria profesora de bachillerato y que sin embargo de igual manera me impacto la veracidad de sus líneas.

“Educar al niño de hoy, para no tener que castigar al hombre de mañana”
[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Adolescente